Y entonces llegué a un pueblo vacacional, no importa cual, podría ser cualquiera fuera de temporada. Desde luego no cumplía mis expectativas iniciales pero poco a poco la playa vacía, las barcas amarradas, las tumbonas y las sombrillas sin veraneantes, el silencio, la paz, la serenidad en el ambiente, me dejaron también, fuera de temporada, libre, vacía, serena...